¿Te imaginas endeudado, sin trabajo y sin suficiente dinero para sobrevivir un solo dia?
Esta es la historia de Luis Martínez, chileno que hace más de diez años dejaba atrás un finiquito como empleado del Banco del Estado y una serie de deudas que no pudo pagar.
El Conejo daba un salto arriesgado, ya que llegaba a Nueva York sin conocer a nadie. La única referencia que el Conejo tenía de este país era a través de las películas y que alguna vez un amigo le había contado que era el lugar indicado para intentar recuperarse económicamente.
Su sueño era pagar las cuentas pendientes en Chile, ayudar a sus padres que no tenían una buena situación económica y juntar algo de dinero para regresar a Chile.
En Chile, Luis había sido salvavidas, junior, repartidor de películas, vendedor de corbatas, zapatos y relojes y ascensorista...
En Estados Unidos en poco tiempo, pasó por el hipódromo, un lavaseco, cocinas de restaurantes y por muchas casas donde era el encargado de limpiar los vidrios. A todas partes trataba de llegar caminando, primero porque no tenía plata, luego para ahorrar y más tarde para conocer.
El 12 de octubre de 1991 la suerte cambió para el Conejo. Ese día comenzó a trabajar con Jorge González, un chileno que había iniciado la aventura en un carro manicero un tanto descuidado, con poca variedad y sin la planificación que desde el primer día comenzó a aplicar Luis. Al poco tiempo, el Conejo se transformó en un gran vendedor ya que superaba sus limitaciones con el idioma con su personalidad extrovertida. Cada día batía el récord de dinero recolectado el día anterior.
Como suele ocurrir, los comienzos de la historia no fueron fáciles, siendo el principal problema la falta de papeles en regla. Se trabajaba mirando para atrás. También se usaba que uno de los dos vendía y el otro vigilaba la posible llegada de la policía. Muchas veces fueron alcanzados y otras tuvieron mejor suerte.
Luis "Conejo" Martinez no la tuvo fácil para llegar a ser lo que es hoy. Empresario exitoso con su franquicia de carros de maní Nuts 4 Nuts, con más de 160 carros de venta en el país y con 15 más en New York y en las 25 esquinas más importantes de esta ciudad, dándole empleo a más de 500 personas. Ha recorrido el mundo buscando nuevas posibilidades de negocios y quiere expandirse en América Latina y Europa. "Hay muchas lucas en el mundo, hay que salir a buscarlas", dice.
"Deben estar contentos con lo que hacen, si te propones algo en la vida y realmente te llena como persona y como ser humano, lo vas a lograr. Si no estás contento, es súper difícil lograrlo, hay que partir por estar bien uno y ayudar a los demás, porque si hay algo lindo, eso es ayudar. Para ser un emprendedor no hay que fijarse en las horas de trabajo ni en los billetes que puedas ganar al principio, al comienzo hay que trabajar duro y ganar poquito para después trabajar poquito y ganar mucho.
Uno debe ser responsable, honesto, tener actitud ganadora y es muy importante el Señor en nuestras vidas. Cuando tienes la oportunidad debes saber identificarla, las oportunidades se presentan día a día, a la primera tienes que tomarla. Los negocios hay que hacerlos de ataque, no de espera. Una crítica constructiva es que yo veo que los vendedores ambulantes llegan al carro o su espacio y se sientan a leer el diario y no se fijan que adelante pasa público que lleva las lucas. Cuando yo estoy detrás del carro de maní en Estados Unidos todos valen uno o dos dólares, cuando estoy en Chile valen 300 pesos pero tengo que sacártelos, no puedo ir a perder el tiempo y hacer otra cosa a la que tengo que hacer, para que sentarme, hay que estar en acción, en movimiento."
"No hay crisis, todos los días tienes que salir a vender maní, capaz que hoy día vendamos menos o vendamos más."
Quieres ponerte en contacto con la franquicia, hazlo en el siguiente link http://franquiciasnuts4nuts.cl/quienes_somos.html